TRES GENERACIONES, UNA MISMA ALMA

Una historia que comienza mucho antes de que Arpe existiera

La esencia de Arpe empieza en la década de 1930, cuando los abuelos maternos de Montse y Joan (ellos son la tercera generación fundadora) abrieron un pequeño taller de tejido en Argentona (Cataluña, España). Producían ropa interior de algodón blanca en una época de posguerra en la que los colores y los estampados aún no existían. Fueron tiempos difíciles, pero también extraordinarios: artesanía, dedicación y una gran dosis de ingenio.

Ese espíritu emprendedor quedó profundamente arraigado en la familia. Tanto la madre como el padre de Montse y Joan crecieron rodeados de agujas, patrones, máquinas y tejidos. Su infancia transcurrió entre bobinas de hilo y el olor a algodón.

La segunda generación: un mecánico brillante y una modista autodidacta

El padre de Montse y Joan, mecánico por vocación e inventor por naturaleza, es una figura clave en la historia de Arpe. Con una sola máquina de tejer que encontró en un gallinero, la restauró con sus propias manos y creó tejidos especiales para ropa interior. Esa pequeña máquina fue el primer paso de una aventura que acabaría convirtiéndose en una de las empresas textiles importantes de Canet de Mar (Cataluña, España).

Con los años, empezó a desarrollar tejidos técnicos, especialmente para la industria de la automoción, como las famosas gamuzas de limpieza sin pelusa: una invención que patentó y que revolucionó el sector.

Mientras tanto, la madre de Montse y Joan, autodidacta y apasionada de la confección, creaba patrones y piezas de moda en otro taller familiar. Como decía Montse, existía “la fábrica de los hombres”, la de su padre, y “la fábrica de las mujeres”, la de su madre; y ambas crecían dentro del mismo universo familiar.

La tercera generación: cuando la creatividad y la visión empresarial se unen

Con el tiempo, Montse, diseñadora gráfica, y Joan, economista e ingeniero textil, decidieron continuar con el legado familiar. Unieron dos mundos que parecían opuestos: creatividad + estrategia empresarial.

La idea que lo cambió todo llegó gracias a una casualidad: una llamada de Mercedes-Benz buscando un nuevo tipo de gamuza de microfibra para regalar a sus clientes. Montse vio una oportunidad e imaginó un producto completamente nuevo: una gamuza promocional personalizada con imágenes digitales.

Esa idea dio lugar a lo que más tarde se convertiría en Arpe.

El nacimiento de un producto icónico

Empezaron a experimentar con tejidos, sublimación y microfibra mucho antes de que la tecnología fuera habitual. Las primeras gamuzas se hacían con una plancha de sublimación sobre la mesa de la oficina. Todo era manual, artesanal, intuitivo.

Pero la apuesta valió la pena: los primeros grandes pedidos de Essilor/Varilux confirmaron que habían creado un producto único en el mercado.

Fue el primer paso hacia una nueva manera de trabajar: tejer, imprimir y coser productos textiles útiles, bonitos y sostenibles.

Una empresa consciente antes de que la sostenibilidad fuera una tendencia

Arpe Shop no apareció de la nada. Es la continuidad de una larga tradición:
– tejer en casa,
– crear con nuestras manos,
– y hacer productos que perduran.

Con el tiempo, Arpe incorporó microfibra reciclada, producción local km0, procesos responsables y proveedores de proximidad. Pero no porque fuera una moda: porque ha formado parte de su identidad durante tres generaciones.

Hoy: artesanos del futuro

Arpe Shop es el resultado de casi 100 años de dedicación al textil. Una empresa pequeña, familiar, valiente y creativa que combina artesanía y tecnología para crear productos textiles útiles, duraderos y responsables.

Arpe es más que una marca; es la continuidad de un oficio que tres generaciones han mantenido vivo con pasión.